Ya tenemos finalistas de la maltratada Copa de Europa. Ya sabemos qué dos equipos se jugarán el trofeo en la temporada más rara y siniestra que conocieron y conocerán los tiempos.
Sigo pensando que fue un error continuar con la competición, con esta competición y con otras competiciones, y sigo pensando también que se ha hecho fatal y de muy mala manera. De hecho, cada día aumentan los casos de COVID-19 entre futbolistas de cualquier categoría y de ambos sexos. Así no se puede. Y así no se debe. El resultado está siendo sumamente feo.
En fútbol femenino ya sabemos lo que pasó. Feo. Título de liga para el que iba primero, muy feo. En Segunda ya sabemos lo que pasó y está pasando. Feísimo también. Se ha ido totalmente de las manos el asunto con tal de terminar lo empezado. Ahora llega la final continental tras una serie de partidos poco o nada emocionantes y en estadios vacíos y feos.
Al Madrid le echaron de Champions de manera cruel. Intentó no viajar a Manchester y jugar en algún lugar neutral, pero no coló. Y fue apeado. Feo. Muy feo irse así, y en octavos, algo impensable para ellos. El Atleti ya se creía el rey del mambo por unos cruces favorables, pero de repente llegó un tal Leipzig y nos dejó con esta carita. Chasco. Los reyes del mambo también para casa. Feo. Y del Barcelona queda poco que decir. Sólo añadir que este año terrible para muchos lo ha sido especialmente para ellos. Jamás olvidarán LaLiga ni la Champions 19/20. Ya hablé de la 19/20 aquí hace unas cuantas semanas y de los riesgos que tenía tanto triunfar en ella como fracasar. Así que ha quedado muy feo todo.
Una vez invitamos a un ejecutivo discográfico al estudio de grabación para que escuchara el disco precioso casi ya terminado que habíamos grabado. Durante la escucha se durmió. Al despertar le preguntamos qué le había parecido y sólo nos dijo "feo". Estuve a punto de decirle "tú sí que eres feo".