A pesar de los goles 'de' Messi

La fiesta de las ocurrencias de Messi terminó en un episodio que puede ser trágico para LaLiga del Barça. El mejor delantero del mundo marcó, por mediación de Luis Suárez, su gol número 700, y luego, de nuevo con el uruguayo como compadre, registró el 701. Naturalmente, irán en la cuenta de su compañero, pero en este largo periodo de su vida el número 10 del Barcelona ha convertido la generosidad en una de sus combinaciones futbolísticas más celebradas. Sin embargo…

El Barça es en este tiempo, y lo ha sido en gran parte de la temporada, el equipo de los peros y de los sin embargo; así que en momentos muy azules del partido hizo hazañas que movían a la emoción de los más jóvenes, y de Messi, y en otros lances de enorme penuria dejó sobre el césped de Balaídos una huella triste de su paso por este tramo tan peculiar del campeonato.

La falta de fe no es el único defecto de un equipo que ahora juega para dejar constancia de que ya no es otra cosa que su sombra. Lo que dice Valdano: el problema es el fútbol…