El Barça se sienta a esperar, pero...
Los que ponen los asteriscos con las calificaciones de los futbolistas tienen ahora una dificultad visible para salvar al Barcelona. Pero… El pero de este Barça que ayer se sentó a esperar es Messi, como casi siempre. Si él está, esa tendencia a quitarse de encima la responsabilidad de ganar se interrumpe con las conclusiones que ayer le lavaron la cara a su equipo. Mejoró su aspecto y le dio velocidad a un juego que se había desarrollado sin emoción ni ganas.
Cuando ingresó en el terreno el muy joven Riqui Puig se activó el gen de La Masia, que lleva Messi en la sangre, y el Athletic vio venir un leve vendaval que Rakitic, al fin, resolvió como si le prestara al equipo una respiración que hasta entonces era una ronquera. Podría decirse que es la primera vez en tiempos en que un equipo gana un partido sin apenas levantarse de la butaca.