El milagro del Valdepeñas
El milagro del Viña Albali Valdepeñas no conoce límites. La temporada anterior, recién ascendido a la LNFS, tuvo que luchar hasta la última jornada por la salvación, pero sólo un año después, peleará por segunda vez por un título. Hace cuatro meses jugó la final de la Copa de España ante el Barça y el próximo martes volverá a hacerlo por la Liga frente al Movistar Inter. Las dos en Málaga, una ciudad talismán para este ilusionante proyecto del fútbol sala. Si entonces se consideró una sorpresa, habrá que empezar ya a calibrarlo como la consolidación de una realidad. Además de estas dos finales, en las que ningún otro equipo va a repetir, el Valdepeñas iba tercero en la liga regular cuando la pandemia paró la competición, después de lograr victorias sobre los tres cocos del campeonato: Barcelona, Inter y ElPozo Murcia. Hay resultados que no pueden ser producto de la casualidad o de la suerte. Detrás asoma el trabajo bien hecho. Incluso en milagros como el protagonizado en los cuartos, cuando remontó un 4-0 a Osasuna en cinco minutos.
Esta regular trayectoria durante el curso suaviza también el asterisco que inevitablemente señalará al ganador de este playoff exprés. El martes luchará por el título liguero frente al Movistar, el único de los cuatro semifinalistas que figura en el palmarés como campeón, un clásico del futsal frente a un recién llegado. El Valdepeñas jugará sin complejos, porque ya ha demostrado que no es inferior a nadie. En caso de duda puede mirarse en el espejo del Jaén Paraíso, que en los últimos años ha liberado a los modestos con sus dos coronas en la Copa de España y sus dos finales en la Copa del Rey. El milagro se ha trasladado del olivar al viñedo. Valdepeñas no es sólo la Ciudad del Vino, nombre oficial de este club. También pretende ser la ciudad del fútbol sala.