Ferrari apuesta a futuro
Ferrari es una escudería histórica, una bandera nacional de Italia, un símbolo de la Fórmula 1 que transciende a sus propios pilotos, por mucho bagaje que atesoren. A su volante han estado recientemente dos ilustres como Fernando Alonso y Sebastian Vettel, que se han tenido que marchar sin añadir un título más a su brillante palmarés. Sin entrar en comparaciones, porque en el automovilismo no todo se mide por mundiales ganados, ambos han vivido la misma experiencia y conocen bien la exigencia de Maranello. El alemán comunicó este martes su salida, sin aclarar un futuro que huele más bien a retirada, y dejó vacante una de las plazas más golosas de la parrilla. Con estos nombres sobre el tapete, lo fácil sería pensar que su sustituto luciría unas credenciales similares. Se habló mucho de Lewis Hamilton, el dominador actual. Otros sueñan con el regreso de Alonso, para aprobar la asignatura pendiente. Y, como alternativa más realista, asoma Daniel Ricciardo, que ya confirmó su carácter competitivo en Red Bull. La Scuderia, sin embargo, explora un camino diferente sin vacas sagradas
El Cavallino Rampante prefiere apostar por un equipo joven, con el prometedor Charles Leclerc, de 22 años, en el eje de sus planes. Y qué mejor compañía para el monegasco que otro piloto de presente y futuro. Ahí ha surgido con fuerza la candidatura de Carlos Sainz, sexto en el pasado Mundial y primero de los humanos. Un piloto de 25 años que derrocha calidad, con pretensiones económicas más bajas que otros aspirantes al monoplaza, y menos problemático para la progresión de su colega. Existe el riesgo, claro, de verse relegado a la sombra de Leclerc. Pero aun siendo el segundo piloto, que no tendría por qué, nombres como Felipe Massa y Rubens Barrichello, con 11 y 9 victorias y subcampeonatos mundiales, lograron forjarse una lustrosa carrera en Ferrari. Una gran oportunidad para Carlos.