Las Ligas no descienden
Después de varias semanas de trabajo en común y de incertidumbre, el Consejo Superior de Deportes instó a las federaciones a decidir sobre la resolución de sus ligas no profesionales a través de sus comisiones delegadas con una serie de recomendaciones. Y así lo hicieron durante esta última semana todas aquellas que todavía tenían la conclusión pendiente. Las profesionales, que según la vieja Ley del Deporte se limitan al fútbol masculino de Primera y Segunda y al baloncesto de la ACB, han ido por otro camino y ya habían anunciado la intención de terminar sus campeonatos a puerta cerrada. En el caso del fútbol, íntegramente. En el caso del basket, con un formato de doce equipos. Ambos han sido tratados con una consideración especial, hasta el punto de que son las únicas disciplinas colectivas que pudieron reiniciar sus entrenamientos individuales en la Fase 0. Se estima que son motores de la economía, principalmente el fútbol, y por eso han gozado de una atención diferente. Bueno, por eso, y porque LaLiga ha aumentado el parné a otros deportes.
Las federaciones con ligas no profesionales han resuelto de distinta forma, aunque con puntos comunes. En general han dado por finalizada su competición, salvo el fútbol sala y la LEB Oro. Unos han nombrado campeones y otros no, aunque en ambos casos ya se han escuchado protestas. Donde sí ha habido una notable coincidencia es en los cambios de categoría, donde la tónica ha sido no autorizar descensos pero sí ascensos, lo que aboca a la ampliación de las ligas para la temporada 2020-21. Ya veremos cómo se resuelve con la crisis económica. Probablemente con desapariciones y renuncias. El trasfondo de la decisión ha sido evitar una lluvia de demandas. Caerán recursos por el título o por Europa, pero no por un asunto tan delicado como los ascensos y los descensos.