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Messi no pudo con su defensa

Bueno, pues la final de la Supercopa la van a jugar los dos que para Valverde no pintaban nada, porque llegaban ahí sin título que lucir. Las bromas del fútbol. Pero, eso sí: si lo que Rubiales pretendía era que nuestro fútbol brillara en un escenario internacional, lo ha conseguido de pleno. El partido del miércoles no fue tanto, porque el Valencia apenas compareció, aunque pudimos rescatar tramos de excelencia del Madrid. Pero lo de anoche fue un espectáculo grandioso con vuelco al marcador y a los pronósticos, exhibición de Messi, intromisiones a tutiplén del VAR y toda la emoción que le cabe al fútbol. Un partido para recordar.

El resumen podría ser que Messi pudo con la defensa del Atlético, pero que la suya propia le venció y le hizo salir del campo harto y derrotado. Las facilidades que dio atrás las pocas veces que fue puesta a prueba son del tipo de las que a finales de temporada hacen pensar en tongo. Messi, que había conducido a su equipo a la ventaja, aminorada por el VAR, asistía atónito a los desparramos de su retaguardia las tres veces que a partir del 2-1 el Atlético se fue hacia arriba para llegar con claridad. Dos fueron gol, la tercera se la paró Neto a Llorente, que pasó por entre la defensa, en jugada individual, como cuchillo por mantequilla.

Este encuentro puede dejar muy malherido a Valverde. Ya venía ocurriendo que siempre la cara de la victoria era Messi y la de la derrota, él. Pero es que en este caso, no fue como Liverpool o Roma. A Messi no se le puede cargar con la menor sospecha, porque hizo muchísimo y todo bien. Hizo lo bastante para sepultar al Atlético o a cualquier otro equipo, pero entre Oblak y el VAR la cosa se quedó en 2-1. Cuando el Atlético adelantó algo las filas, (obligado te veas, Cholo), se encontró con que en lugar de defensas había semáforos en verde. De modo que tendremos una final madrileñísima a orillas del Mar Rojo. Una gran final, visto lo visto.