La pelota está en el tejado de Anquela

Sólo van tres jornadas, pero ya hay algunas certezas que rodean al Deportivo. La primera, evidente, es el mal inicio de Liga con la fragilidad defensiva como gran problema. Ocho goles encajados, algo que no le ocurría a los coruñeses en Segunda desde la temporada 1934-35, ¡antes de la Guerra Civil! Una sangría que además varía de condimentos. Una pájara de media hora ante el Oviedo, errores de bulto en la salida de balón con el Huesca y gruesos fallos de marcaje en el área frente al Rayo. Todo, en equipo que cuya presión hace cosquillas al rival y sólo sirve para separar líneas y convertir los espacios en amplias autopistas.

El plan de Anquela no está claro y hasta a él le cuesta, o no quiere, explicarlo. Otra certeza es que el Depor tiene mejor plantilla desde el lunes. Puede que no superior a la del año pasado, pero sí con suficiente recorrido para pelear el ascenso. La llegada en el último suspiro de Montero, Mollejo, Salva Ruiz, Jovanovic y Beto da Silva amplían las alternativas del técnico, hasta ahora limitadas por la apendicitis de Nolaskoain o lesiones como la de Somma y Longo. Ahora hay más mimbres y se puede fabricar el cesto de varias maneras, siempre y cuando se tenga claro lo que se quiere. Carmelo del Pozo ya no es el centro y la pelota está ahora en el tejado de Anquela, obligado a hacerla rodar ya. Lo de la entrevista en Perú, casi mejor ni comentarlo.