Sólo una vez un equipo -Portugal- había conseguido ser campeón de Europa Sub-17 y Sub-19 con una misma generación. Lo ha repetido esta quinta española extraordinaria de 2000, dueña de Europa hace un par de temporadas con 17 años y de nuevo ahora con 19. Un elenco de jugadores que además rozó el Mundial Sub-17 en la India, también hace un par de cursos. Pocas veces antes tuvo España generaciones tan brillantes y exitosas como esta. Tanto, que ya se le puede ir equiparando a la de Xavi y Casillas campeona del mundo Sub-20 en Nigeria 1999 o a otras posteriores muy exitosas como la del 87 (Piqué, Cesc, Adán, Javi García, Mario Suárez...) o la del 92 (Carvajal, Koke, Muniain, Morata, Sarabia...).

Los honores de la final -y del torneo- se los lleva Ferran Torres, aunque Bryan Gil no se le queda atrás. También hizo un partidazo Antonio Blanco en la final. O Sergio Gómez. En realidad casi todo el equipo ha estado brillante, dando continuidad a todo lo bueno hecho desde que Santi Denia tomó las riendas del vestuario. Hay un futuro extraordinario con ellos y muchos darán el salto a la Sub-21 después de esto: el último peldaño antes de la absoluta y el gran objetivo de todos estos futbolistas y de la FEF. En una época de zozobra de la absoluta han vuelto a salir las categorías inferiores de La Roja a disparar la ilusión. Ganó la Sub-21 y en unas semanas lo ha hecho la Sub-19. Sigue habiendo talento y se sigue trabajando muy bien en todos los clubes y en todas las federaciones territoriales. Un lujo con el que poder soñar en los próximos años. Con esta generación de Miranda, Eric Garcia, Ferran, Abel Ruiz y compañía todo es más fácil. Seguro que sí.