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La 'grandeur' de Bartomeu o la ruina del Barcelona

Un presidente solo. Cuentan los que le conocen que Josep María Bartomeu te gana en la distancia corta. El fútbol obnubila a cualquiera. A falta de dos años para que acabe su segundo y último mandato ha decidido tirar la casa por la ventana para asaltar los tripletes en fútbol y en baloncesto. Si su ambición se lleva a su amigo y vicepresidente por delante, además de abrir otra crisis en la Junta, todo sea por la causa. El precio para conseguirlo puede ser tan alto como para llevarse al Barça, al menos como ahora lo conocemos, por delante. Con Neymar o sin él, las cuentas no salen por ningún lado cuando los límites salariales ya estaban disparados y las arcas azulgranas, tiritando.

El enfado atlético. Airear la negociación con Miguel Ángel Gil por el fichaje de Griezmann es perderla de antemano. El Atleti tiene los pelos de la burra en la mano en forma de contrato, su órdago así lo demuestra y al Barça esa amenaza latente le va a costar la salida de Semedo hacia el Metropolitano. Es lógico que el club rojiblanco se sienta ofendido por las malas formas del club azulgrana y encima, forzar a Griezmann a entrenarse, juega a favor en la negociación. Por mucho que el proyecto con De Jong, De Ligt y el propio Antoine pueda sonar a música celestial, es una irresponsabilidad en la gestión vocear tus deseos, pero mucho peor es vivir por encima de tus posibilidades y arriesgar que tu ilusión sea la ruina del Barça.

El capitán Messi y Neymar. El argentino siempre mandó mucho en el Barça. Se lo ganó con creces en el campo pero a su jerarquía futbolística se une en estos tiempos el peso del brazalete. Si nunca fue fácil ser Messi, imagínese lo que debe ser hacer de Messi y Puyol a la vez. Más allá del abrazo de la Copa América, Leo quiere a Ney en el Barça y Bartomeu lo sabe. Que el PSG no lo iba a poner fácil también entraba en el guion pero el argentino no se va a conformar fácilmente con una larga cambiada. Ney va a apretar lo que sea para salir y el capitán del Barça piensa que su fichaje es clave si se quiere optar a la Champions. Tras las dos últimas depresiones todo el castillo del presidente se caería sin la sonrisa de Messi. Enfadar a Messi, a Neymar y a Griezmann de una tacada no está mal. Todo un laberinto para Bartomeu.