Thiem desafía al poder
La solvente victoria ante Roger Federer nos puso en los labios la miel de un posible broche frente a Novak Djokovic, que hubiera cerrado un triángulo mágico para Rafa Nadal en el camino a su 12º Roland Garros. Son los tres grandes rivales de esta época dorada, el Big Three del tenis. El soñado duelo añadía otro atractivo, la posibilidad de que Nole redondeara los cuatro Grand Slams de forma consecutiva. Nos vamos a quedar con las ganas de esta final. El partido más repetido de la historia (54 veces) no se repetirá este domingo en París. Un austriaco de 25 años, Dominic Thiem, se ha empecinado en desafiar al poder establecido y de momento no le ha ido nada mal. Thiem ha eliminado a Djokovic en una accidentada semifinal, igual que hizo el año anterior en cuartos, y reedita su presencia en el choque por el título.
Nadal frenó el ímpetu de Thiem en 2018 con una victoria en tres sets (6-4, 6-3, 6-2), pero cada capítulo de una serie es diferente al siguiente, aunque se repitan los actores. En esta edición, Rafa tiene un año más en las piernas, y Dominic, un año más de experiencia. Los precedentes son parecidos a los de entonces, cuando el austriaco llegó a la lucha por Roland Garros con un triunfo sobre Nadal en Madrid, mientras que en el actual también le ha superado en Barcelona. Este Rafa, sin embargo, se parece bien poco a ese tenista titubeante e inseguro que arrancó en la temporada de tierra. Este Nadal ya es Nadal. La pelea se presenta dura, de eso no hay duda, porque Thiem es el segundo jugador (después de Djokovic) que más partidos ha ganado al balear sobre arcilla: cuatro. Y este domingo echa otro pulso a la autoridad.