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Pon una española en tu equipo

Mientras la Euroliga masculina avanza con tres equipos españoles en el playoff, la Euroliga femenina ya está resuelta. Terminó el domingo, con la segunda victoria consecutiva del Ekaterimburgo, que dirige Miguel Méndez, y con Alba Torrens marcando un cinco con la mano, que es el número de títulos continentales por clubes que colecciona en su palmarés. No hubo equipos españoles, pero sí un voluminoso protagonismo patrio. En cada formación clasificada militaba alguna jugadora española. También lo eran tres de los cuatro técnicos. En el finalista Dynamo Kursk estaban Anna Cruz y Marta Xargay, con el seleccionador Lucas Mondelo en el banquillo. El bronce se lo llevó el USK Praga, con Leti Romero. Y la cuarta plaza fue para el Sopron, con Queralt Casas en sus filas y Roberto Iñíguez a los mandos.

La Final Four reflejó el alto nivel del baloncesto femenino español, moldeado desde hace tiempo. La FEB es la federación con el mayor número de licencias femeninas del país. La cifra se elevó a 138.004 fichas en 2018, lo que supone 19.774 más que el curso anterior. De la cantidad también brota la calidad. La Selección lleva seis años seguidos sin bajar del podio, y eso se traduce en dos oros y un bronce en el Eurobasket, una plata y un bronce en el Mundial, y una plata en los Juegos Olímpicos. La última medalla se conquistó en Tenerife, señalado por la FIBA como un campeonato ejemplar. A ese trabajo de base, tanto de clubes como federativo, hay que unir el carácter competitivo de la deportista española, que volveremos a ver este fin de semana, con el CN Sabadell en busca de su quinto título europeo de waterpolo.