Chukwueze y el nuevo Villarreal

El Atlético no tiene suerte con el Villarreal. Hace un par de semanas pensaba que hoy tendría un partido asequible, entre tanta exigencia, ante un equipo en descenso sin fe. Después de encadenar siete partidos de Liga sin ganarle veía con claridad que llegaba su momento. Sin embargo, el regreso de Calleja ha cambiado por completo las cosas. Este Villarreal es otro. El duelo ante el Sevilla y la eliminatoria europea contra el Sporting lo han confirmado. Tal es la mutación, que del once de la primera vuelta (1-1), Jaume Costa ha desaparecido, Iturra está en el Maccabi Haifa, Trigueros (lesionado) ha perdido galones y Gerard, la estrella, sigue en el rincón de pensar. ¿Qué ha pasado y qué Villarreal se verá ahora?

De Calleja ha sido la exitosa idea del 3-5-2 que ha reforzado el sistema defensivo, que le ha devuelto la posesión y la presencia arriba. Pero lo que, de verdad, ha contribuido a esta metamorfosis ha sido darle otro rol a Pedraza, por el que suspiran los grandes, acercar a Iborra al área, centrar a Cazorla y no escorarle, recuperar los dos delanteros, aprovechar la casta de Bacca tras seis suplencias consecutivas, sobar menos y correr más. En definitiva, volver a los orígenes y a la lógica. Para encajar todas las piezas falta acoplar a Chukwueze después de frenarle por sorpresa. Es un talento diferente que encara, desborda y finaliza. En Europa se quedó en la grada. O fue otro toque de atención o será hoy un as en la manga.