Antes del River-Boca llega el Valencia

El Valencia, equipo de campanillas, visita hoy el Bernabéu, pero el partido nos coge un poco revueltos todavía con la noticia de que ocho días después se jugará en el mismo escenario el River-Boca. Mientras ayer se preparaba el reparto de entradas, hecho siempre polémico, a uno y a otro lado del charco hay quien pone pegas al asunto. En Argentina, ya hay quien la llama ‘Copa de los Conquistadores’, y quien ha escrito que España quiere la Copa porque le gusta todo lo que brilla, en alusión obvia. Aquí, por contra, veo quien rechaza que se juegue una copa en cuyo nombre, ‘Libertadores’, ven un rechazo implícito a España y a lo español.

Entiendo el enfado en Argentina, pero si el partido se juega en Madrid es porque ¡ay! no se pudo jugar en Buenos Aires. Y porque en España viven más argentinos (250.000) que en ningún otro país que no sea Argentina. En cuanto al nombre de la Copa, se escogió en la fundación, en 1960, como palabra fundacional y unificadora de aquel subcontinente. Pero Bolívar y San Martín tienen sendas esculturas ecuestres en Madrid. Las guerras de antaño dieron paso a una buena relación familiar hogaño en todo el mundo de habla hispana. A mí esto me parece una salida fenomenal para una final que estaba feamente embarrancada.

Pero no me distraigo de lo de hoy, ese Valencia que arrancó flojo (Parejo y Kondogbia no están como el año pasado, sobre todo el segundo, y a Rodrigo no le entran los goles) pero es seguro atrás y anda mejorando desde que con Santi Mina ha encontrado lo que más necesitaba, el acierto ante la portería. Por su parte, el Madrid está en un sí es no es, con Solari enfurruñado porque se le habla de Isco, y con pocos puntos que desperdiciar ya en LaLiga. Valencia ve el partido como crucial: necesita ser cuarto y en ese camino quiere saltar a pídola al Madrid. Va a ser un buen partido que merece que apartemos por un día la vista del River-Boca.