Las facturas de Lopetegui

Las cuentas pendientes se cobran y a Julen le han pasado todas las de Rusia. Su salida de la roja fue para muchos antipatriótica y estaban esperando para hacerle jurar bandera en cuanto se torcieran las cosas en el Madrid. El Consejo de Guerra lo había declarado culpable de deserción y la sentencia se ejecutaría más tarde o más temprano. Dicho lo cual, a Julen no se lo ha cargado ni la prensa ni los jugadores ni el presidente, los resultados han sido los únicos jueces. A un entrenador del Madrid que sale humillado del Camp Nou, va noveno en la Liga y ha sido puesto en evidencia por equipos del nivel del CSKA o el Viktoria, no le salva ni Dios. Con ese panorama el despido era inevitable, con Florentino o con cualquiera de los presidentes anteriores. En la triste comparecencia tras el 5-1, sabiéndose casi destituido, dejó caer ya algunas de sus justificaciones para el trompazo que se ha pegado: "Hay varios jugadores que a los que les ha costado coger su mejor forma, por el Mundial y por las lesiones, y nos ha castigado mucho la falta de eficacia en muchos partidos". La falta de gol ha sido la definitiva. Lo que pasa es que esa factura no es de Lopetegui, es del club, que tras la huida de CR7 decidió tirar para adelante con Bale y Benzema.