La sonrisa de la Champions

Conviene tomar un poco de perspectiva a la hora de analizar al Real Madrid. La plantilla que hoy gestiona Julen Lopetegui es bastante peor que la del año pasado, sin los 44 goles de Cristiano ni Kovacic, y mucho peor que la de hace dos años. Imposible no echar de menos ese bagaje goleador. Es igual de cierto que el equipo blanco jugó un primer tiempo muy malo en el Sánchez Pizjuán como que bordó el fútbol contra la Roma hace apenas dos semanas. El derbi, como bien se ha podido comprobar las últimas temporadas, no puede marcar una tendencia. El Madrid no ganó, pero compitió y, si se quiere ver el vaso medio lleno, Courtois tuvo su primera gran noche y emergió la figura de Ceballos, que tantísima falta va a hacer ahora que no está Isco.

Sin el capitán Sergio Ramos, sin la estrella Bale y sin la imaginación del malagueño habrá que ver si al Madrid le va a llegar con su mirada de Champions en Moscú. Julen no se conforma con jugar la carta europea, por eso no ha rotado en Liga y siempre será más natural dejarse puntos contra los grandes que contra los pequeños. Es cierto que podía haber utilizado más a Mariano, pero sobre la profundidad de la plantilla hay que preguntar en otra ventanilla. El Real Madrid necesita ahora su sonrisa de Champions.