El difícil verano de Navarro

Juan Carlos Navarro compareció públicamente este viernes para despedirse del baloncesto, justo tres semanas después del inesperado comunicado del Barcelona que anunció su retirada el 17 de agosto. La demora de este acto conjunto y el silencio oficial de La Bomba desde entonces demuestran las divergencias que han existido entre el club y el jugador. Navarro se emocionó en el evento, donde deslizó algunos recados al Barça: “Yo quería seguir…”, “me molesta porque…”, “ha sido un verano difícil…”, “me hubiera gustado despedirme de otra manera…”. El mítico escolta compareció rodeado de su familia y de excompañeros, algunos tan especiales como los Gasol. Ambos, al igual que Ricky Rubio, habían criticado la fórmula elegida para la salida de Navarro, uno de los jugadores más importantes de la historia azulgrana. O el más.

Ciertamente, al Barça le ha faltado elegancia para poner un broche a la altura de su estrella. Tan cierto como que Navarro no ha sabido detectar su final. Su rendimiento había decrecido notablemente en las últimas temporadas. De hecho, su presencia en el Eurobasket 2017 ya fue muy debatida. Entonces se planteó como un homenaje de una Selección a la que tantísimo ha aportado. Un gesto de cariño que le ha faltado en el club de sus amores. Durante el acto de ayer también hubo gestos de reconciliación. Esas frases de Navarro: “Pasar página…”, “no mirar atrás…”. Y el ‘mea culpa’ de Josep Maria Bartomeu: “Quizá las cosas se pudieron hacer mejor, pero tendrá la despedida que se merece”. Será el 25 de noviembre, con la retirada de la camiseta 11 ante el histórico rival, el Real Madrid. Ese día habrá que aplaudir a rabiar.