Se retira Juan Carlos Navarro: adiós a dos décadas de leyenda
El Barcelona ha hecho oficial el final de la carrera deportiva de Juan Carlos Navarro, que seguirá en el club pero ya no como jugador.
Punto y final. Juan Carlos Navarro, uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto europeo y el gran representante junto a su inseparable Pau Gasol de la edad de oro de este deporte en España, deja las canchas. El Barcelona ha anunciado que su número 11, ya eterno, pone punto y final a su etapa como jugador y pasa a formar parte del organigrama técnico.
De esta forma se aborta un culebrón que amenazaba con estropear el final de camino de una leyenda del Barcelona, que ya no contaba con él para la temporada 2018-19 aunque el jugador había mostrado su predisposición a seguir (cumplió 38 años en junio) e irse con mejor sabor de boca después de dos temporadas muy duras para la entidad en lo deportivo. Pero en las oficinas, de Joan Bladé y Albert Soler al mánager Nacho Rodríguez, se prefería seguir adelante sin él. El problema parecía estar en las formas después de que el pasado septiembre se oficializara una renovación por diez años, con la idea de que Navarro siguiera ligado al club una vez terminada su etapa como jugador pero con el compromiso de consensuar los movimientos de futuro una vez superada la pasada temporada 2017-18.
Finalmente, este anuncio acaba con las especulaciones y pone punto y final a más de dos décadas que son historia del baloncesto, desde que Juan Carlos Navarro debutara (con 17 años) en Liga ACB en un partido del Barcelona contra el Granada el 23 de noviembre de 1997. Anotó 10 puntos en 10 minutos. Quedan, en el club blaugrana, ocho Ligas, dos Euroligas, siete Copas, una Korac y cinco Supercopas. Allí ha desempeñado toda su carrera excepto el curso que pasó (2007-08) en Memphis Grizzlies, una experiencia NBA al lado (cómo no) de Pau Gasol tras la que regresó al club en el que se había formado en el que ha seguido jugando hasta este 17 de agosto en el que se ha anunciado que seguirá ligado al club pero no vestido de corto: acaba una era en el baloncesto español.
Un genio con un palmarés histórico
Navarro, un competidor voraz con alma de artista, desde su 1,93 uno de los anotadores más creativos y letales que ha dado el baloncesto europeo, ha sido mucho más que sus números. Pero también ha sido una catarata inmensa de ellos: 1 MVP de Liga, cuatro nominaciones en el Mejor Quinteto, tres MVP de la final, otros tres de la Supercopa, 1 MVP de la Euroliga, cinco inclusiones en el Mejor Quinteto, 1 MVP de Final Four. Miembro del Mejor Equipo de la pasada década (2001-10) en la máxima competición continental, en la que es líder en partidos (341), minutos (8.197), puntos (4.152), triples (623) y valoración (3.890).
Su adiós definitivo llega menos de un año después de que (septiembre de 2017, tras el bronce en Estambul) anunciara su retirada de una Selección de la que también es santo y seña. Nadie ha jugado más partidos con la absoluta (253), con la que ha estado en cinco Juegos Olímpicos, un idilio que arrancó con aquellos Júniors de Oro de Lisboa 1999, campeones del mundo ante EE UU: él, Pau Gasol, Raúl López, Felipe Reyes... Con España ha ganado un Mundial (en Saitama, en 2006) y también tres medallas olímpicas (plata en 2008 y 2012 y bronce en 2016), seis en Eurobasket (oro en 2009 y 2011, plata en 2003 y 2007 y bronce en 2001 y 2017).
Un camino imprescindible ya para entender la historia del deporte español ha llegado a su final el 17 de agosto de 2018. Navarro deja las pistas en su Barcelona, donde llegó con 12 años desde el CB Santfeliuenc y para jugar en una categoría superior a la que le correspondía por edad. La Bomba se retira. Queda una carrera histórica, legendaria, inmensa. Quedan los títulos, un millón de canastas, de triples imposibles y penetraciones geniales. Queda un jugador único. Para siempre.