Caminero y sus prioridades
El límite salarial es el culebrón del verano en La Rosaleda. La herencia que quedó tras el descenso fue demoledora. Especialmente sangrantes son los casos de Cecchini, Rolón o Michael Santos, por quien el Málaga va a seguir pagando su traspaso (más de 4 millones) mientras el Leganés le tiene en su plantilla a cambio únicamente de su ficha. O los contratos desorbitados de Luis Hernández y Juanpi Añor. Caminero ha heredado un proyecto repleto de rémoras y con muchas situaciones límite que solventar. Pero también ofrecen dudas y son cuestionables algunas de sus decisiones. El actual director deportivo optó por ir cerrando fichajes y rebasar el límite salarial ante el retraso en la operación salida. Un riesgo que en el club consideraron asumible y que puede ser hasta cierto punto entendible. Pero no lo es tanto el hecho de dar prioridad a fichajes a priori no determinantes cuando el margen salarial es tan estrecho.
El gran objetivo del verano era la llegada de un delantero goleador. Diez fichajes después, ese ariete contrastado aún no ha llegado, hay cinco jugadores que no han podido ser inscritos y se han invertido cifras nada desdeñables en apuestas de cierto riesgo como Haksabanovic (19 años), Boulahroud (viene de la liga marroquí), Renato Santos o Héctor Hernández, cuyo fichaje se cerró sin contar con la opinión del entrenador. Por no hablar del papelito con Álvaro Jiménez, a quien ayer anunció a bombo y platillo el Sporting de Gijón. Muñiz aún espera un portero, un central, un lateral derecho y un nueve. Para conseguirlo, Caminero, poco amigo de dar explicaciones, va a tener que hilar muy fino de aquí al día 31.
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