El VAR viene para quedarse pero no es perfecto

El primer análisis que podemos hacer del VAR es que servirá mucho más como arma preventiva y disuasoria que como el santo grial en la búsqueda del error en el arbitraje.

Según los datos aportados por la comisión arbitral el porcentaje de acierto con el VAR, después de analizar 335 jugadas, es de 99,3%, pasando al 95% las jugadas que el árbitro hubiese acertado sin VAR. Este dato dice mucho del poco mérito que se le dan a las actuaciones arbitrales, pues estamos hablando de que con ayuda tecnológica ‘sólo’ se acierta un 4% más que sin ella. Como veréis, no os cansaréis en este Mundial de escuchar alabanzas hacia el VAR, pero tranquilos, que hacia el árbitro no recaerán este tipo de alabanzas ya que ‘sólo’ aciertan el 95 por ciento de sus decisiones. Estaría muy bien hacer una comparación con el resto de deportistas de élite.

¿Por qué digo que ayudará más a prevenir que otra cosa? Muy sencillo, en otro dato importante que nos da la comisión arbitral, las tarjetas rojas han descendido, las protestas ante decisiones de situaciones conflictivas de penaltis, rojas y fueras de juego, son mucho menos visibles y menos violentas, debido a que ahora el jugador sabe que está siendo escrutado por un montón de cámaras y es consciente de que todos esos comportamientos se revisarán y pueden verse afectados

El próximo año tendremos por fin el VAR en pleno funcionamiento en España. Viendo que en el Mundial ya se ha dicho que no es perfecto aun estando aquí los mejores árbitros del mundo y los mejores AVAR, y rondando un 1% de error aun utilizando el VAR, creo que lo que necesitamos es tener paciencia con el proyecto y no utilizar jugadas concretas que a lo único que nos ayudará será a desviarnos del mensaje de que el VAR viene para quedarse, pero no será perfecto.