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PEDALADAS

El #Giro de Italia buscaba un valiente y lo encontró: Froome

Sólo hay una sombra alargada que amenaza este goce. Chris sigue corriendo con un asterisco donde pone: ‘Pendiente de resolución’. Positivo con salbutamol.

Chris Froome ataca en el Colle delle Finestre.
AFP

El día antes del tríptico alpino escribí una columna bajo el título: ‘El Giro de Italia busca valientes’. A esas alturas, la mayoría de los análisis daban ya por vencedor a un sólido Simon Yates, que no había mostrado ninguna fisura. Advertí en esa columna que, si bien coincidía con asignar la etiqueta de favorito al británico, todavía había terreno de sobra para dar la vuelta al resultado: tres grandes etapas de montaña, especialmente las del viernes y el sábado. El jueves, en Prato Nevoso, Yates ya ofreció muestras de debilidad. Al día siguiente reventó. Ganar una gran ronda no es fácil. Tienes que conocer bien tu cuerpo, ser capaz de dosificar, saber sufrir… El hundimiento de Simon Yates me recordó al de Cadel Evans en el Giro de 2002. El australiano tomó buena nota de aquella crisis y acabó su carrera como ganador de un Tour de Francia. Julián Gorospe, que pasó por una experiencia similar en la Vuelta a España de 1983, no volvió a luchar por las generales. Yates será Evans o será Gorospe en el futuro. Ahí tiene el aprendizaje.

Aquel reventón de Gorospe fue provocado por el ataque de Bernard Hinault. La historia de este Giro también se escribe con el orgullo de otro campeón: Chris Froome. Su órdago a 80 kilómetros de la meta es uno de los episodios más épicos que se han vivido en los últimos años, aderezado con tintes de otros tiempos, esa carretera de tierra en las rampas de la Finestre, ciclismo en blanco en negro. Y una cabalgada a lo Fausto Coppi: hacia arriba, hacia abajo y en el llano. Siempre a más. Hacía falta un valiente y la Corsa Rosa lo destapó en la figura del corredor más laureado del momento, que ya había dado otro muletazo magistral en el Zoncolan. Sólo hay una sombra alargada que amenaza este goce. Froome sigue corriendo con un asterisco donde pone: ‘Pendiente de resolución’. Su positivo con salbutamol puede acabar con su victoria en aquella Vuelta 2017. Y también con su última proeza.

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