El feo gesto de la ACB con Madrid

Piensen la respuesta con frialdad: ¿hay alguna ciudad en España más capacitada que Madrid para organizar un evento deportivo? Posiblemente podemos llegar a la conclusión de que hay alguna que puede igualar esa capacidad. Pero ninguna tiene más. Este mismo año hemos visto cómo dos de esos deportes llamados minoritarios, el fútbol sala y el balonmano, se plantearon como un reto celebrar un evento en la capital. Lógico. Madrid te asegura buenas comunicaciones, hoteles, experiencia, actividades paralelas, público, difusión… Pues bien: el baloncesto votó el martes en contra de eso: no a la Copa del Rey 2019. La agitación por la estéril búsqueda de un presidente para la ACB dejó en segundo plano esta otra sorprendente decisión de su asamblea, que perjudica a una comunidad que aporta tres clubes a su liga.

La Comunidad ya tenía asignada la Copa, a falta de solventar reglamentariamente un dilema: ¿cuál de sus tres clubes ejercería como anfitrión? La propuesta era que esa condición recayera en el primer equipo madrileño no clasificado. En las tres ediciones celebradas en el Palacio de Deportes durante este siglo, el Fuenlabrada se ha quedado fuera. Eso genera un conflicto comprensible en el gobierno autonómico, que no puede hacer distinciones entre Real Madrid, Estudiantes y Fuenla. Por eso optó por un criterio objetivo. Pero cinco clubes no votaron a favor, entre ellos dos clásicos opositores de todo aquello que venga de Madrid: el Barcelona y el Baskonia. La Comunidad insiste en que quiere la Copa. Habrá una nueva votación cuando empiece la siguiente temporada. Convendría que la ACB reconsiderara este extraño y feo gesto.