Los clubes rechazan que la Copa de 2019 se celebre en Madrid

La detención de Juan Francisco García, candidato a la presidencia de la ACB, y la falta luego de los apoyos necesarios para que Imbroda saliera elegido en el cargo no fueron las únicas noticias sonadas de la Asamblea de la Liga. Los clubes sometieron también a votación la organización de la próxima Copa del Rey en febrero de 2019 en Madrid, con cuya comunidad autónoma estaba todo acordado, y la candidatura no recibió los votos necesarios, 14 de los 18, como en la elección de presidente. La sede de la próxima edición de la Copa está así en el aire a solo nueve meses de su celebración. Y en principio ya no puede ser en Madrid porque habría que esperar a la ­siguiente temporada para repetir la votación.

Era la primera vez que se sometía a sufragio un acuerdo con una candidatura. El motivo es que las normas de la competición establecen que el torneo del KO lo juegan los siete mejores clasificados y el equipo de la ciudad anfitriona. En este caso al no haber ciudad en la organización, sino comunidad autónoma, se optó por votar el visto bueno a la candidatura. La fórmula presentada era que los siete primeros al final de la primera vuelta lograrían el billete para la Copa y les acompañaría el primer equipo madrileño (Real Madrid, Fuenlabrada y Estudiantes) que no entrara entre esos siete.

Cinco clubes no dieron el sí a Madrid. Algunos se abstuvieron como el Gipuzkoa y el Burgos. El Unicaja, que había peleado por organizar la cita, tampoco votó a favor y el ­Baskonia y el Barça lo hicieron en contra.

Albert Soler, director de deportes profesionales del ­Barcelona, argumentó su decisión en contra por “motivos deportivos”, pero no aclaró más. No dijo si consideraba a Madrid una mala sede o directamente es que prefiere no jugar en la cancha de su eterno rival, en el WiZink Center. La última edición que se celebró en el recinto de Goya fue la de 2011 y la ganó el Barça con A­lan Anderson de MVP tras batir en la final al Madrid de Messina tres semanas antes de la dimisión del técnico italiano.

Habrá que ver ahora si Málaga mantiene el interés y hay nuevas sedes.