Griezmann y Gabi, diferentes pero iguales

Más Atlético que nunca. Sufridor en el primer tiempo y autoritario después, donde no le alcanzó el fútbol en algunas fases le llegó con el compromiso y el juicio táctico. Superó la buena comparecencia del Olympique y empuñó la final al entender la debilidad de su rival. No quiso dificultades de inicio en la salida de balón. Simeone ordenó proyectar en largo a Diego Costa para no sufrir pérdidas problemáticas. El Olympique, en cambio, arriesgó en la construcción y pagó la factura. Rudi García tendió la mano al Atlético con una concesión difícil de explicar. El técnico galo se entregó al músculo de Anguissa y renunció a Maxime Lopez, su mejor futbolista de largo en la medular. La decisión le jugó una mala pasada. La insuficiente fiabilidad del camerunés en el juego de posesión condicionó todo el encuentro con el error del 0-1 (perdió 16 balones más).

No resultó circunstancial que el Atlético apretara a Anguissa. Lo hizo en cada ocasión que pudo. En los saques de banda, al recibir de espaldas... Gabi lideró las acometidas. El capitán, máximo recuperador con diez robos, ejerció de guía en el sistema de presión rojiblanco al que se fueron sumando todas las piezas. El trabajo incansable de Griezmann incide en la idea que elevó al Atlético en Lyon. 

Griezmann dejó un partidazo en todos los aspectos del juego. No solo en el gol. Intervino en la circulación (43 pases) y no se ahorró un gramo de esfuerzo en sus funciones como defensor (ocho recuperaciones). Fue decisivo en la notable segunda parte rojiblanca, leal a los principios que le han hecho grande en la etapa de Simeone. El Atlético ganó porque es mejor que el Olympique. No hay azar cuando dispones de jugadores como Griezmann y Gabi, diferenciales cada uno en sus registros más característicos y en los de otros.

La presión sobre Anguissa. Gabi ve que Mandanda va a buscar al mediocentro del Olympique y salta sobre él. Inteligencia del '14' en la jugada.

Robo y continuación de Saúl. El mediocentro rojiblanco se hace con un balón dividido tras un saque de banda rival y agita la transición. Da continuidad ofreciéndose a Koke por su izquierda. Movimiento de distracción importante en el 2-0.