El acto de resistencia del Madrid

A un asalto. El Madrid se acerca a Kiev en un partido en el que no hizo demasiadas cosas bien, pero se alió con su efectividad y el desacierto general del Bayern. Fue un acto de resistencia. Sin balón y agazapado (39% de posesión), escapó de las acometidas bávaras y golpeó con contundencia pese a no controlar diferentes situaciones de juego.

En banda. Le costó hacer frente a los dos contra uno que buscaba el Bayern en los costados. Modric y Lucas sí ajustaron en la derecha, pero Kroos cedía en el otro lado. Con Marcelo sobrepasado, hizo bien Zidane en dar entrada a Asensio. Contribuyó al equilibrio y no se dejó su gol.

Zona de tránsito. Resultó inexplicable el escaso rigor del Madrid en el mediocampo. Se puede entender por el extraño nivel de Modric y Kroos (10 balones perdidos), que no anduvieron muy finos. No tuvo claridad en el primer tiempo y en el segundo se conformó con canalizar su fútbol a través de la contra.

Balón parado. Tampoco dio una respuesta precisa a las jugadas de estrategia del Bayern. Los de Heynckes contaron cinco ocasiones claras de esta forma. Varane se agigantó tras el descanso y cortó, en parte, la hemorragia que no tuvo consecuencias para el Madrid. Su leyenda en Europa se circunscribe también a partidos de este tipo. El Bayern le indultó y el Madrid divisa ya la final.

Error tras error

La jugada del 1-0 fue una secuencia de despropósitos. Marcelo no baja, Ramos sale a banda, Isco se olvida de James y Casemiro y Kroos dejan el pasillo a Kimmich.

Lucas, con nota

Le tocó actuar de lateral tras la lesión de Carvajal y cumplió con creces. Siguió y fijó a Ribéry e intentó no dejarle girar. Titular por derecho.