No se la pierdan, por si no hay más

No se la pierdan, por si es la última. Recordarán ustedes que la Federación Internacional de Tenis aceptó una propuesta revolucionaria presentada por Piqué para cambiar el formato de la Copa Davis a una especie de Mundial concentrado en una semana al final de la temporada. Aunque el proyecto debe recibir todavía la aprobación definitiva en agosto, cada eliminatoria que se disputa puede ser la última. España busca el acceso a semifinales, donde le tocaría viajar a Italia o Francia. Un detalle que carga de más romanticismo a esta Plaza de Toros de Valencia, que mide desde este viernes a dos miuras de Alemania, el emergente Zverev (cuarto del mundo) y el competitivo Kohlschreiber, ante dos resabiados diestros, Ferrer y Nadal, que juntos han abierto la puerta grande en forma de Ensaladera en tres ocasiones.

El escenario empuja a estos símiles. Según nos contaba Jesús Mínguez el pasado miércoles, la Armada nunca ha perdido en una plaza de toros: Palma, Alicante, Las Ventas, Marbella, Logroño y Córdoba. Seis de seis. Y cinco de ellas acabaron con el triunfo final en la Davis. Como ya hemos analizado en este periódico en profundidad, la mayoría de la gente del tenis está a favor de una transformación radical en esta competición, que bien podría ser ese ‘modelo Piqué’. Eso sí, conviene que nos mentalicemos de que el próximo torneo se podrá seguir llamando Davis, pero ya no será la Davis. Ni los equipos jugarán ante su público, ni habrá rotación de ciudades, ni más cosos taurinos. Ese encanto, además de la épica de los cinco sets y las remontadas imposibles, se perderá para siempre. Disfruten de lo que nos queda.