A Martínez Munuera sólo se le escapó el penalti de Oblak

Amarilla a Costa (33’). El brasileño cometió falta sobre Lenglet en ataque y luego simuló que el francés le había golpeado en la cara. Es amarilla justa. Esas acciones no son fair play. Lo mismo la amonestación a Correa, dejándose caer en el área de Oblak.

Amarilla a Giménez (47’). El central se lanzó por el suelo y rebañó el balón con el brazo. Muy bien el asistente ayudando a Martínez Munuera, que estaba tapado, avisándole de la falta. Dirigir un encuentro es un trabajo de equipo.

Penalti a Costa (50’). El delantero se plantó ante Sergio Rico, le picó el balón por encima y el portero, en su salida, lo arrolló. Es penalti claro.

Amarilla a Escudero (68’). Ha sido un partido de muchas faltas, algunas de ellas duras como la de Escudero. Aunque toque el balón, es amarilla. Va con el pie muy arriba y con demasiada contundencia.

Penalti a Sarabia (91’). En un balón colgado al área, Sarabia se adelantó a Oblak y fue arrollado por el portero. Como en el penalti de Rico, es la propia inercia la que provoca la infracción. El árbitro no la vio. Con la mano derecha golpea en la pierna derecha del sevillista.

Buena actuación. No era un partido fácil de arbitrar, caliente desde los primeros instantes. El único borrón fue el penalti de Oblak, pero Martínez Munuera llevó el partido de forma excelente.