Ramos es el ‘Príncipe de Camas’
Ni Will Smith en Bel-Air ni gaitas, el de Sergio Ramos sí que es un viaje vital, desde un barrio humilde al olimpo elitista del fútbol mundial. Los valores y la humildad se aprenden en casa desde pequeñito y me parece que Sergio tiene muy presente cuando sólo era “el hijo de la Paqui” y jugaba a la pelota en la calle con los amigos del barrio. Los años de competición y experiencias le han curtido y moldeado como un icono futbolero de nuestros días. En lo deportivo, sin duda, uno de los mejores defensas centrales de los últimos años, que compensa algunas ventoleras defensivas con un sádico instinto rematador hacia la portería rival. En lo social ha ido adquiriendo los galones de la veteranía paso a paso, aprendiendo de unos e imitando a otros, hasta ser ahora mismo el jefe del vestuario del Real Madrid y eso son palabras mayores.
Hace falta mucha personalidad y ascendencia sobre el resto. En la comunicación no es Séneca, pero va haciendo gala de una prudencia y moderación que son dignas de elogio. La paciencia con las tontunas de Piqué es encomiable. Cada vez entra menos al trapo, aunque ese punto indómito y caliente no lo va a perder nunca del todo. Son reminiscencias de su infancia en Camas, donde por las tardes se sacaba el graduado…