Federer: medio año después y con carrera por delante

Por Marta R. Peleteiro / MPeleteiro_AS

Esta mañana hemos vuelto a ver competir sobre las pistas a Roger Federer. Había ya ansía por testar al helvético en uno de los grandes torneos tras su corta temporada del año pasado, cuando se retiró después de perder la semifinal de Wimbledon ante Milos Raonic para recuperarse bien físicamente de sus problemas de espalda y de rodilla, y volver, como él mismo ha dicho, rejuvenecido. Se perdió Roland Garros, y todo lo que venía después del verano, incluidos los Juegos Olímpicos, y desde entonces no lo vimos más que hace unos días sobre una pista cuando estuvo en el torneo de exhibición de la Copa Hopman.

El duelo de hoy no era precisamente contra uno de los jóvenes del circuito o de la conocida como NextGen, nada más lejos de la realidad. El decimoséptimo del mundo tenía enfrente al austriaco que venía de la previa Jürgen Melzer, de su quinta, todavía mayor que él, quien lo puso en apuros. Se trataba de un duelo rápido, en el que la bola corría como si aquello fuese Wimbledon, así que al principio vimos muy pronto al helvético por debajo en el marcador en el primer set. No obstante, lo igualó y se acabó imponiendo. Quizás le faltaba esa frescura o ese primer contacto con la cancha y la competición: ponerse a tono y meterse en el partido.

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En el segundo set el suizo volvió de nuevo a despistarse para luego meter la directa y ganar (7-5, 3-6, 6-2 y 6-2) para acabar pasando a la siguiente ronda, donde le espera el estadounidense Noah Rubin, también de la previa. Berdych, Nishikori o Murray serían algunas de las piedras de toque con las que se podría cruzar de seguir avanzando, así que no lo tiene precisamente sencillo.

No obstante, tirando de ese término inglés que tan de moda está, muchos fans desearían que el suizo se mostrase como el underdog del torneo, algo que a lo mejor tampoco sea especialmente su prioridad, ya que dice que juega por él y por sus aficionados. Quizás en su mente esté más bien otro grande, Wimbledon, donde el año pasado estuvo muy cerca de meterse en la final y en cuya cuenta se encuentra empatado con Pete Sampras en siete conquistas del mismo. Una corona más pondría el listón muy alto para superarle en el que es su torneo predilecto.

Pero este primer día nos ha dejado más cosas que destacar, como el lío en el que se metió Nico Almagro al retirarse de su partido tras escasos minutos en pista. Ante las preguntas de si se había presentado a jugar por dinero, el murciano respondió de forma presuntuosa diciendo que ya había ganado 10 millones, que no jugaba por 50.000 dólares. Después emitió un comunicado matizando que no era la primera vez que jugaba con dolor en su carrera y que había forzado también en esta ocasión con la intención de hacer puntos ante su inminente paternidad.

En el partido de Stan Wawrinka contra Martin Klizan vimos también una curiosa imagen que arrancó la polémica acerca de si había sido de forma intencionada. Klizan devolvió una pelota muy fácil para Wawrinka y bajó la raqueta dando el punto por perdido. El suizo la devolvió con tanto tino que golpeó en el cuerpo a Klizan de forma tan brusca que acabó por saltar la red para ir a atenderle.

De esta jornada es también notoria la sorpresa de la eliminación de Simona Halep, otra vez en primera ronda como el año pasado. Y hay que destacar que cerca estuvo de irse al garete también el pase de Garbiñe Muguruza, quien tras ganar el primer set tuvo que pedir la asistencia médica tras resentirse de la misma lesión que le vimos en Brisbane. Dos días tiene ahora para recuperarse.