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Se va Muhammad Ali, adiós al Siglo XX

La muerte de Cassius Marcellus Clay, aquel que, según sus propios versos, "danzaba como una mariposa y picaba como una avispa" pone fin, en muchos conceptos al Siglo XX. No solo se va un deportista de leyenda, campeón olímpico en los Juegos de Roma en 1960, tres veces campeón mundial de los pesos pesados entre 1964, 74 y 78: con él también se extingue el testimonio vivo (nunca el legado) de toda una época de lucha por derechos civiles en la población afroamericana y contra la guerra del Vietnam.

"No tengo nada contra ningún 'vietcong'. ¿Por qué debería ponerme un uniforme e irme a tirar bombas contra gente en Vietnam cuando los negros son tratados como perros en las calles de Louisville y se les niegan simples derechos humanos? En realidad, llevamos 400 años en las cárceles de este país". Con esas palabras explicaba en 1967 un Ali, que ya había renunciado al nombre de Cassius Clay, su negativa a ser reclutado para ir combatir al Sudeste asiático. Eso le costó la pérdida de la licencia para boxear y el adiós al título mundial. Se alistó en los 'Musulmanes Negros' de Elijah Muhammad. Antes de ser suspendido, castigó severamente en el 'ring' a Ernie Terrell, al grito de "¿cómo me llamo yo, cuál es mi nombre..?" Eran los tiempos en los que el general estadounidense William Westmoreland ordenaba llevar al Vietnam "a la Edad de Piedra" con bombardeos en alfombra. "Ya están en ella, señor" le replicaban sus ayudantes.

Después de tres años y medio sin combatir (marzo de 1967-octubre de 1970), Muhammad Ali regresó a los 'rings' como ídolo del Partido Demócrata y los intelectuales kennedianos comprometidos en la lucha contra las presidencias republicanas de Richard Nixon y Gerald Ford. Había perdido medio paso de velocidad en el llamado 'Ali Shuffle', pero seguía siendo un genio de la estrategia. Cayó y se inclinó una sola vez contra Joe Frazier ('The Fight of The Century', marzo de 1971, Madison Square Garden, Nueva York, el combate que Norman Mailer llevó a la mitología, con fotos de Frank Sinatra)... antes de recuperar y defender el título en combates épicos, inolvidables e irrepetibles, con el titánico George Foreman ( el 'Rope a Dope', en la inquietante Kinshasa de Mobutu y Don King, 30-10-1974)... y con el propio Frazier, en la humedad tórrida de Manila: "Lo más parecido a la muerte que he vivido", dijo Ali tras esa batalla final con Frazier (al que él llamaba 'Gorila' y 'Tío Tom') en el trópico de Manila: el 'Thrilla in Manila', el 1-10-1975.

Tras la hazaña inédita de coronarse campeón mundial por tercera vez, frente a Spinks, en 1978, Ali se despidió en 1981 con aquella infamante derrota en Nassau ante Trevor Berbick, que moriría asesinado en Kingston, Jamaica. Vinieron el Parkinson, los reconocimientos al legado, la antorcha olímpica en los Juegos de Atlanta y el recogimiento en Phoenix, donde uno lo pudo contemplar casi como a una estatua fascinante, en el 'All Star Game' de la NBA, en 2009. Después de Mailer, su preparador Dundee y el propio Frazier, se muere Muhammad Ali. Nos ha dejado el Siglo XX: no le den más vueltas.