Arsenal: lo que pudo haber sido...

Llega el Arsenal, un equipo que estuvo a punto de ser como el Barcelona (como el Barça, que no el Barça). Me refiero a esto: intentó ser un conjunto con un estilo definido, moderno, basado en la decisión y no lo físico, que buscaba y busca futbolistas que gustan del balón. Rozó el cielo hace una década pero por muchas circunstancias se han quedado a medio camino y dejó de ganar de verdad: por ejemplo, el estadio nuevo, el poco gastos en futbolistas top durante muchos años y ahora un liderazgo cansado. Como hay momentos en la temporada en que juega mejor que nadie y es favorito a todo, a Arsène Wenger se le ha perdonado muchas cosas. A menudo con razón. Ahora con menos. El fútbol de élite moderno les ha pasado de largo. Y el caso es que el club tiene profesionales de muchísima calidad, pero a su lado habitan otros que no quieren perder su silla.

No puede ser que el Arsenal salga menos preparado que el rival en cuanto a idea de juego o conocimiento del contrario, y pasa. No puede ser que con la plantilla que tiene les falte convicción o ambición. En la peor Premier de los últimos años se ha dejado llevar por el ‘tenemos calidad para ganar’ y llevan once temporadas sin liga. Durante una década se ha quejado Wenger de que no tenían el dinero de otros. Es verdad, pero, ¿cómo explicará el triunfo del Leicester? Wenger es un grande pero el escenario de hoy pertenece a otros. Creo que a muchos nos puede la rabia de lo que pudo ser y no está siendo.