NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Kenia está en el ojo del huracán

Actualizado a

Tanto la Agencia Mundial Antidopaje como la Federación Internacional de Atletismo han encontrado suficientes evidencias como para asegurar que Kenia tiene un problema con el atletismo. El problema es que hay demasiados positivos. Y lo que es peor, aún son más los casos sospechosos, lo cual quiere decir que existe una manipulación para burlar los controles. De momento, el presidente de la Federación de Atletismo de Kenia, Isaiah Kiplagat, ha sido suspendido, junto a dos directivos más, por supuesta alteración en los controles antidopaje. El escándalo está servido. Y es una pena. A los atletas kenianos el doparse no les hace falta para seguir siendo los corredores más resistentes del mundo.

Cuando Kiprugut ganó en Tokio-64 la primera medalla olímpica para Kenia, no había ni asomo de dopaje en sus atletas. Tampoco cuando Konchellah, Kipkoech y Wakiihuri, en Roma-87, inauguraron el medallero de su país en los Mundiales de atletismo. Eran atletas desconocidos que llegaban, corrían, ganaban y desaparecían tras sumar el dinero necesario para construirse una casa de piedra. Fue más tarde cuando espabilados agentes comenzaron a captar atletas kenianos para que se quedaran en Europa. Más carreras, más dinero y... cuantas sustancias hicieran falta para ganar, dada la competencia entablada entre ellos. Ahí comenzó la ruina. La plaga se fue extendiendo hasta llegar a la misma Kenia, y ahora es una epidemia.