Villarreal y Marcelino, renovados
El Villarreal, poco más de mil días después de que Marcelino lo cogiera en Segunda, vuelve a estar arriba por tercer año en Liga, donde fue líder, y camina firme en Europa. Ahora que se presenta como una amenaza en el Camp Nou sin hacer un drama por no tener a Asenjo, Musacchio, Bailly, Adrián y Baptistao, muchos se preguntan si se mantendrá en las alturas. E incluso si volverá a ser el grande que fue. Yo lo doy por hecho. Saneado como pocos, no hace más que perfeccionar su filosofía: canteranos (10 en la plantilla), vender lo vendible y comprar jóvenes con hambre. Y para minimizar riesgos, ha decidido renovar dos años a Marcelino. Normal. Para que el futuro dependa otra vez de su proyecto. La oferta ya está en sus manos. Y su respuesta podría llegar con el parón.
Marcelino se ha ganado exigir. Mantuvo lo que le hizo brillar y mejoró con lo que tropezó. Domina el vestuario. Con el físico ya no hay altibajos: se comió al Sevilla. Con su mejorable ojo al fichar sacó matrícula. A las altas sólo basta verlas (ojo Bakambu). Y sobre las bajas, repasen. De los que quiso sacar, Juan Carlos (Alba), Cani (Depor), Dorado (Rayo), Campbell (Arsenal), Hernán (Espanyol), Gio (Galaxy), Pereira (Lugo), Uche y Aquino (Tigres) juegan poco, nada o están en ligas menores. Y por los que luchó pero acató su salida, Cheryshev (Madrid), Vietto (Atleti) y Gerard (Espanyol), no cuajan. Además, ante los grandes ha aprendido a competir tras tanto cartel estéril del buen estilo. Tumbó a Atleti, Athletic y Sevilla. Y al Barça, tras el 2-1 y 3-2 de antaño, le hará sufrir.