El miedo indigno de los parisinos
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El divulgador científico Eduard Punset escribió una frase realmente magnífica que viaja muchas veces por mi cabeza: “La felicidad es la ausencia de miedo”. Pues, jugando así, el PSG nunca podrá ser un club feliz porque, anoche, sus futbolistas mostraron una especie de miedo indigno de un equipo que pretende aspirar a ganar la Champions. Tenía todo de cara porque según pasaban las horas, el Madrid acumulaba malas noticias. Y el PSG no supo aprovecharse de tantas bajas visitantes. ¿No hubiera sido mejor salir al campo con fuerza e intentar asustar a los Jesé, Lucas Vázquez y Casemiro? Parece que Blanc no transmitió ese mensaje y que los propios jugadores no se dieron cuenta de la ocasión que la suerte les brindaba.
La falta de intensidad local en un partido tan importante fue más que un error: una falta profesional. Sólo la entrada de Lucas Moura y el legítimo cansancio de los madridistas permitieron ver algún signo de voluntad en los últimos 20 minutos. Sé que la camiseta del Madrid impresiona, pero se nota que el PSG está aún muy lejos de las grandes escuderías europeas. Y, por nombrar a un futbolista que sueña con llegar al equipo blanco, creo que Verratti tendría que mejorar mucho para seducir a Florentino. Anoche jugó siempre hacia atrás, afectado por el mal de sus compañeros. El miedo, sí, el miedo.
