El Madrid reina en el basket

La emoción por la conquista de un título borra muchas cosas. Por ejemplo, un final de partido espantoso, en el que los despropósitos se sucedieron, y no sólo arbitrales. Háganse una idea: Pascual se la jugó con Navarro, Oleson y Abrines para neutralizar la desventaja de seis puntos a cinco minutos del final; enfrente, Sergio Rodríguez, Llull y Rudy. Duelo de pistoleros por toda la pista. Los triples iban a decidir el partido. Pero resulta que no se recordaba un partido con semejante desatino. Llull llevaba 0/5, Oleson 0/4, Rudy 1/5, Navarro 0/3, Abrines 2/5 y Sergio ni se había atrevido a lanzar. En esos cinco minutos los números no mejoraron. Navarro anotó un triple y Abrines falló otro. Entre los seis, todos ellos especialistas, 4/24. Un horror.

Ganó el Madrid y fue justo campeón. Pero sin brillantez. Eso importa poco, y más cuando está rompiendo el bipolarismo con el Barcelona a su favor. Seis títulos contra dos en estas tres últimas temporadas. Con Laso, el Madrid ha recuperado la autoestima. Ha perdido el espectacular juego de hace un año, pero ha ganado en consistencia con un difícil equilibrio en la plantilla. Bourousis no es el que era, Mejri desapareció y hubo que recuperar a Slaugther, a quien se puso en el mercado en su día. Carroll tampoco es el de antes, y Nocioni, hasta ayer, no se había hecho notar. Laso supo superar estos inconvenientes y plantó cara al Barcelona hasta con un Llull en cero puntos. Si otras veces se le acusó de perder partidos, esta vez ganó la Copa. Suya es.