La Premier se ha disparado en ingresos
El fútbol español está alarmado por el nuevo salto de derechos de televisión de la Premier, que ascienden exponencialmente. Entre que allí hay casi 13 millones de consumidores de fútbol de pago (dos en España), la rivalidad de dos compañías, la fuerza natural de todo lo inglés en determinadas zonas del mundo (particularmente la Commonwealth y Asia) y un mejor modelo de comercialización (cosa que no es difícil) se nos va cada vez más lejos. El nuevo contrato será de 2.300 millones al año por los derechos nacionales, a lo que habrá que añadir los internacionales y los resúmenes. Pasará de 3.500.
Aquí estamos soñando con los mil. La cantidad actual está en torno a los 800 (la cuenta exacta es muy liosa), doscientos de ellos por derechos internacionales. O sea, aspiramos (aspiramos solamente) a una mejora de algo más del 20%. La Premier, que ya estaba muy por delante, mejora en un 70%. Galope de caballo inglés frente a trotecillo de burra manchega. La teoría de que privilegiar en el reparto al Madrid y al Barça iría en beneficio de todos, porque su poder universal arrastraría el prestigio de todo el campeonato, no ha resultado. Inglaterra tiene un reparto equilibrado y se nos va más y más.
De ahí que haya una nueva inquietud exigiendo un reparto más justo, cuestión tantas veces prometida por Cardenal y tantas veces aplazada. Pero no es sólo eso. En la Premier se ven campos llenos, céspedes bonitos, horarios sensatos, lucha generalmente noble... Es una Liga al servicio de la sociedad, que juega durante las Navidades. Aquí el fútbol piensa que es la sociedad la que está a su servicio y algún gobierno hasta se lo hizo creer con aquello del ‘partido de interés general’, que ha acabado en Energy porque hundía las audiencias de Cuatro. Llevamos muchos años haciendo el tonto.