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Brych supo controlar el partido

Qué partido más difícil de arbitrar por la cantidad de jugadas que se han dado en las áreas, ya que el control del juego sí lo llevó correctamente. Felix Brych permitió, como ya comentábamos en su perfil de la previa, acciones con entradas duras al balón y existió mucho contacto durante todo el partido, además de cambio de juego con el balón de área a área, lo que le obligó a correr más de la cuenta y a abandonar en muchos momentos la diagonal. Eso lo acabaría pagando al final de la prórroga, cuando tampoco pudo correr como muchos de los jugadores, aunque estuvo en todo momento bien colocado cuando hizo falta.

Manejo. El colegiado cortó de salida dos entradas escalofriantes de Fazio y Alberto Moreno con sendas amonestaciones, así como en el 23’ a Siquiera por reiteración de faltas. Con eso se hizo con los futbolistas y desde ese momento sólo hubo juego fuerte y viril sin mala intención.

Las jugadas más conflictivas empiezan en el minuto 43, se le reclama penalti de Fazio a Gaitán. El delantero del Benfica le había ganado la posición y, cuando va a chutar, Fazio toca primero el balón a córner y luego la pierna. No hay penalti. En el 50’, Luisao tampoco le hace penalti a Reyes, ya que primero chuta el sevillista y luego cae. En el 56’, sin embargo, Alberto Moreno le hace un penalti tonto a Lima cuando éste intenta controlar el balón, dándole el lateral una patada en el gemelo, cosa que Brych, en su único fallo, no interpretó como penalti. En el 59’, Carriço se tira al suelo para cortar el balón y éste le da en el brazo cuando se gira. No hay penalti. Luego, se reclamó otra mano cuando el balón salía de banda, pero esa no era tarjeta.

Por último, decir que Brych llevó correctamente la prórroga y que el Sevilla no se puede quejar del arbitraje del alemán, que para todo el trabajo que tuvo creo que estuvo bien, aunque no viese la jugada del penalti de Alberto Moreno.