Rakitic: venta útil o batacazo

Rakitic también tiene sus intereses”. La frase que dejó José Castro en su primera entrevista (a este diario) como presidente del Sevilla resultó una declaración de intenciones. La hoja de ruta en el asunto del croata está cantada. Su nueva cláusula, sobre 25 millones, será su precio de mercado. El club podrá decir que sólo se marchó porque rescindió unilateralmente el contrato y el jugador hablará, vaya donde vaya, de oportunidad única. Entre otras cosas, porque será así. A pocos se les ha visto más adaptado al club que a Rakitic, que el domingo estuvo fabuloso en el Plus cuando le preguntaron por el Atlético: “A mí me gusta jugar en el Sevilla. Hoy y siempre”.

Pero si hasta la gente de casa vuela (Reyes, Ramos, Navas y veremos qué sucede con Alberto), lo de Rakitic también será inevitable. El Sevilla ha tenido que ordenar sus cuentas en las dos últimas dos temporadas y ha establecido sus prioridades. Sucede que la venta de Rakitic puede tener un efecto devastador en el proyecto. Este Sevilla que ha pasado años de barbecho y bandazos en el césped, ha encontrado en Rakitic una bandera por la que empezar algo. Si se va, además de darle un dolor de cabeza a Emery no se podrá errar en su recambio. Si se admite su venta como una inevitable ley de vida y mercado, que los 25 millones no se tiren en tres mediocridades. Sería una irresponsabilidad y una traición al socio. Que al menos sea una venta útil. Y que el Sevilla no pierda esa luz que, al fin, parece haber encontrado.