Lo ha comentado Marc Coma y estoy completamente de acuerdo con él, que además sabe de esto mucho más que yo: nos disponemos a vivir el Dakar más apasionante de los últimos tiempos en la categoría de motos. Los monopolios casi nunca son saludables (véase el de Vettel en la Fórmula 1) y KTM había conseguido una posición de hegemonía en la especialidad que restaba bastante interés a los desenlaces, resultaba casi seguro que ganaría una de sus motos, la única incertidumbre era conocer cuál de sus pilotos lo haría. Sin embargo, en 2014 todo apunta a que será diferente. No quiere decir esto que no vaya a vencer una moto austriaca, que es probable, pero sí que parece que su dominio no será tan abrumador como hasta ahora.

Los japoneses han decidido pasar a la acción y dos marcas, Honda y Yamaha, estarán con pilotos de primer nivel y motos competitivas. Se acabó para ellos ir de comparsas, con proyectos poco solventes de carácter privado y sin opción alguna de plantar cara a KTM. Y no es casual que ocurra, es una decisión avalada por la tendencia del mercado: la industria sufre en muchos países y uno de los pocos segmentos que resiste el envite de la crisis es el de las grandes trail, las motos de aventura. Y ganar la prueba desértica por excelencia, la leyenda de la disciplina sin discusión, representa la mejor tarjeta de presentación ante los potenciales compradores del producto. Así que parece que se acabó la tranquilidad para KTM… y empieza la diversión para todos nosotros.