El equipo que perdona lo paga muy caro en Europa
Hay un dicho en el fútbol que habitualmente suele cumplirse a rajatabla: el equipo que perdona suele acabar pagándolo. Y yo añado: si es en Europa lo puedes acabar pagando muy caro. Y eso es lo que pasó ayer a la Real en Anoeta contra el Shakhtar. Los donostiarras hicieron una primera parte más que aseada, tuvieron ocasiones más que suficientes para haberse puesto por delante, pero no supieron aprovechar su oportunidad. Y el conjunto de Lucescu, que hasta entonces ni se había asomado por el área de Bravo, se merendó a los realistas en dos chispazos geniales de Teixeira . Y ahí se acabó todo. La Real lo intentó demasiado desordenada como para sacar algo de provecho.
El Shakhtar dio una lección de experiencia europea y el partido pudo terminar en pesadilla. Aunque lo peor fue la lesión de Granero, que tiene muy mala pinta. Así fue el regreso txuri-urdin a la Champions, como un mal sueño, como una novatada por la que debe pasar todo recién llegado y que compromete seriamente su continuidad en Europa.