La nefasta gestión que ha hecho Mourinho de la portería desde el principio de la temporada ha dejado muchos cadáveres en el camino. Incluso parece que con su última y esperpéntica conferencia de prensa en Valdebebas, el técnico portugués ha logrado poner nervioso a un tipo tan sosegado como Diego López. El portero gallego ha estado soberbio desde su llegada al equipo, pero ayer flaqueó, posiblemente incómodo con la manera demagógica en la que su entrenador le ha intentado utilizar en contra de Casillas. Una manera denunciada ya públicamente por compañeros como Pepe, que han preferido el silencio para mendigar minutos a ser justos con uno de los emblemas de la institución madridista. Ahora que el rey del pensamiento único (Mourinho) es casi pasado, incluso sus protegidos se atreven a denunciar la injusticia.

En su lucha encarnizada y febril contra el capitán, el técnico portugués se ha cargado por el camino la proyección como portero de Adán y ahora puede llevarse por delante la templanza de Diego López si le sigue poniendo contra la espada y la pared. A Mou es evidente que el Madrid ya le importa un pimiento, pero conviene recordar que todavía queda un título importante en juego y que el vestuario, Diego López incluido, no necesita un jefe con la cabeza puesta en Inglaterra y creando más problemas de los que es capaz de resolver.