Una progresión de récord en Miami

Acción-reacción. No todo lo que pasa es lo que parece ni viceversa. Los Lakers sin Kobe Bryant, desde el 2006, tienen una marca de 15 victorias y 9 derrotas. Durante la presente fase de la temporada sin Gasol (lesionado) su marca ha sido 19-8. Resulta llamativo cómo los equipos que pierden estrellas o los que sufren problemas de impagos (muy habitual en estos tiempos en el deporte español) protagonizan un claro proceso de solidaridad y sobrerreacción ante la dificultad.

Crecer ganando. La segunda mejor racha de triunfos consecutivos de la historia de la NBA tiene a Miami no sólo camino de finalizar la temporada regular con el mejor récord y, por lo tanto, la ventaja de campo para todo el playoff, sino además en una fase de progresión y desarrollo imponente. De los 23 partidos seguidos que han ganado, en doce de ellos han llegado a estar empatados o por debajo del marcador en el último cuarto. En mes y medio Miami ha ganado más partidos que Charlotte en dos temporadas.

El socialismo de Karl. Los Denver Nuggets, con George Karl en el banquillo, no se quedan muy atrás. Llevan doce victorias seguidas y se proclaman como alternativa al título, no sólo en el sentido semántico de ser candidato sino de ser un candidato diferente. Sin un jugador referente o jugador franquicia claro, Denver dispone de la rotación más amplia de la NBA, muy al estilo FIBA, con nueve jugadores por encima de 18 minutos y seis por encima de diez puntos anotados de promedio por partido. Su excelente interpretación del juego optimiza el ahorro físico hasta el punto de promediar en esta racha victoriosa 26 canastas por partido desde debajo del aro. 18 equipos no alcanzaron 26 intentos por partido de ese tipo de lanzamientos en este periodo.