La Champions ha vuelto. La Champions, la que da y la que quita. La revista inglesa Four-Four-Two dedica su 'cover' y un gran reportaje a la rivalidad Madrid-Barça y parece apuntarse al cambio de ciclo. 'Madrid entra, Barça sale', titula. Así va a ser en la Liga española, pero más allá de ella está la Champions, en la que el Barça reapareció ayer y el Madrid lo hará la próxima semana. El Barça, convaleciente aún de su torrija, tardó en entrar en el partido. El Bayer le dio de salida el campo y el balón, pero no supo qué hacer hasta casi el descanso. Entonces sí, en un descuido alemán Alexis marcó el primero.

La segunda mitad fue más animada, de ida y vuelta, y aunque el Barça aún no está se trae un resultado estupendo. Y Messi, aun sin deslumbrar tanto como otras veces, dio el pase del primer gol, marcó otro y estrelló un tiro en el palo. Lleva siete goles en siete partidos en esta Champions. Lo consigno porque va a ser aquí, en la Champions y a partir de ahora, donde Cristiano le debe disputar el Balón de Oro. Estamos en los meses en los que se empieza a puntuar. Cristiano tendrá un impulso más, la Eurocopa, tiene la ventaja del vuelco que se presiente en la Liga, pero la Champions decide mucho.

Y Messi dejó su impronta. Al final del partido vi a dos alemanes que se peleaban por su camiseta. No, no le va a ser fácil a Cristiano quitarle el Balón de Oro, pero puede hacerlo. Cristiano es un coloso y está jugando ahora mejor que nunca. Juega más con el equipo y para el equipo, ha perdido gestos de divo consentido, mantiene la brillantez extraordinaria en sus acciones, su físico es de Supermán y el gol 4.000 se ha visto en todo el mundo. El Madrid, además, está enorme, afinado, mejor que hace un año, como era de esperar. Madrid- Barça, Cristiano-Messi, dos duelos apasionantes.