Me hubiera gustado ver a Raúl ahí...

Me hubiera gustado ver a Raúl ahí...

La Federación hizo un acto ayer muy bonito. Un abrazo a su historia, una exaltación de lo mejor de la Selección. Medalla y gorra a los cuatro jugadores que ya han pasado de los cien partidos, a los que espero que pronto se una Puyol. Y se destaparon los cuadros de los cinco goles emblemáticos de nuestro fútbol: el de Zarra en Río en el 50, el de Marcelino a la URSS en el 64, el de Kiko a Polonia en Barcelona 92, el de Torres a Alemania y el de Iniesta a Holanda. Los cinco van al museo de la Federación y cada goleador tendrá su réplica, que en el caso de Zarra, ya fallecido, será entregada a la familia.

Un bonito y sencillo homenaje, decía, a la memoria de nuestro fútbol, que ya tiene bastante de qué presumir. Sólo algo me dio pena: que Raúl desistiera de acudir. La causa esgrimida es una sesión doble de entrenamiento del Schalke, con vistas a un amistoso (la Bundesliga allí esta parada, todo el fútbol de clubes está parado porque estamos en lo que se llama 'fechas FIFA'). Cuesta creer que Raúl no tenga fuerza para que le dispensen de un día de entrenamiento por una cuestión así. En realidad, todo el mundo ha dado por supuesto que él ha preferido no acudir, que no le resultaba del todo grato.

Lástima. Raúl cayó de la Selección justo antes de que llegaran los grandes éxitos, y no de la mejor manera, pero eso no debe hacerle sentirse mal, ni hace bien prolongando esa sensación de frialdad y de distanciamiento. Fue mucho en la Selección, tiró del carro, todos sus compañeros le valoraron al máximo (Guardiola aún le dedicó un elogio enorme hace nada) y cuando Luis decidió apartarle fue porque en justicia era el momento. Pero él no debe renunciar a su pasado y al no aparecer en esa sencilla foto junto a Zubizarreta, Casillas y Xavi lo está haciendo en cierto modo. Me hubiera gustado verle ahí.