Pep se puso manos a la obra

Pep se puso manos a la obra

Al final resultará cierta la leyenda urbana que dice que Guardiola es el que mueve todo el cotarro en el Barça y que de no tener una familia habría cambiado este verano la ropa deportiva por el traje, la corbata y el maletín para ir a negociar con los clubes que tienen a los jugadores que apetecen. El técnico azulgrana reincidió en sus muestras públicas de querer hacer realidad el sueño de Cesc: heredar el cuatro que Pep dejó en el vestuario hace ya unos años. Da la impresión de que el que realmente ha seguido pensando en el centrocampista es Guardiola, consciente de que Wenger es un privilegiado de haber podido explotar sus cualidades y que, a su vez, el jugador es un afortunado de haber podido crecer con el francés como mentor.

Guardiola supo jugar bien sus cartas ante los medios. Dio fuerza a la contratación de Alexis básicamente para destensar la cuerda entre entidades y, en el caso Cesc, buscó que los ejecutivos azulgrana ganasen tiempo y pudiesen restablecer las gestiones sin la presión mediática que acompaña a la transferencia desde hace tres años. Llega la hora de la verdad, a falta de 42 días para que se cierre el mercado de fichajes.