El Atlético, el club, está por encima de todo. Pruden se hinchó a marcar goles en la 1940-41, ganó la Liga y se marchó al Madrid. Peiró era el ídolo en los años 60 y emigró a Italia, donde ganó una Copa de Europa. Hugo Sánchez empezó su carrera en España haciendo goles con el Atlético. Y luego fue una institución en el eterno rival. Y Torres fue nuestro ídolo para luego hacer las delicias en Inglaterra. A lo largo de la historia el Atlético tuvo que traspasar a algunos de sus mejores jugadores y el club sobrevivió. Con Agüero, si algún día se va, pasará lo mismo. Aunque Kun es ahora mismo más que el buque insignia rojiblanco.

Muchos abonados ya han dicho que no renovarán si Agüero no sigue la próxima temporada. Kun ha devuelto la ilusión a la hinchada del Manzanares, además de títulos. Su salida sería un mazazo moral muy fuerte para afición ya de por sí muy molesta por los resultados de esta campaña. Y si el Atlético aspira a codearse con los grandes, le necesita. Otra cosa es que el jugador se empeñe en irse. Entonces que pongan el dinero de su cláusula y le daremos las gracias por estos cinco años de fútbol.