¡Adiós y gracias, campeón!

Hoy es un día triste para el atletismo y me atrevería a decir que para el deporte en general. Haile Gebrselassie ha anunciado su retirada no mucho después de verse obligado a abandonar en el Maratón de Nueva York a causa de una lesión en los tendones de su rodilla derecha. No volveremos a disfrutar con su bella zancada, ni admirar su técnica perfecta, ni a sonreirnos mientras le vemos sonreir aunque el esfuerzo que hace sea sobrehumano. Adiós a todo eso. Adiós a una estrella rutilante y a una persona entrañable, que ha hecho mucho, muchísimo, por nuestro deporte. Gebre era (es) uno de esos atletas admirados y conocidos hasta por aquellos a los que no le interesa el atletismo. Ha sabido romper fronteras y despertar simpatías allí donde ha ido. A nadie se le ha escuchado jamás hablar mal de Gebre.

Yo siento de verdad tener que escribir desde ahora en pasado cuando me refiera a él. Se nos va un trocito muy querido del atletismo. No voy a recordar de nuevo sus récords mundiales, sus medallas de oro, sus triunfos olímpicos y mundialistas... Los describí hace unos días en otro post de este blog. Sus méritos son interminables y de alta calidad. Y también siento que se vaya, a los 37 años, sin ser campeón olímpico de maratón. Tenía previsto correr en Londres 2012. Ya no lo hará. Ahora le esperan sus negocios inmobiliarios, su hotel de Addis Abeba, su edificio de oficinas, su concesionario de Hyundai. No se va a aburrir, desde luego.

Yo no tengo mucho más que decir. Sólo, adiós y gracias, campeón.

PD:

En un inmediato post os contaré cosas de Gebremarian, el ganador del Maratón de Nueva York, y también de la masiva presencia de mediofondistas en el Cross de Atapuerca.