El Atlético hace pocos movimientos, pero no está parado. Esta semana el club cerró el traspaso del cancerbero Roberto al Benfica, aunque el que iba a marcharse al club lisboeta no era este portero sino Asenjo. Ambas entidades tenían ya casi cerrado el traspaso del cancerbero palentino, pero la lesión que sufrió en el partido de El Molinón ante el Sporting lo trastocó todo. En el club luso estaban encantados ante la posible llegada de Asenjo y el Atlético veía con buenos ojos su salida. El futbolista, también. Asenjo no ha tenido suerte a lo largo de la temporada y el rayo de luz que se le abría era importante. Su salida dejaba a De Gea y Roberto como porteros, con Joel a la expectativa. Todo cambió la tarde ante el Sporting. Ahora Asenjo tendrá que esperar a ponerse bien para intentar una salida, aunque ya en el mes de diciembre. El papel de Joel ahora es más determinante.

El otro jugador que quita el sueño al Atlético es Simao. Su salida será clave si el club del Manzanares quiere hacer alguna incorporación que no esté prevista de antemano. Al portugués le queda un año de contrato y en el Atlético consideran vital ingresar alguna cantidad económica por el jugador, ya que acaba contrato en el verano de 2011. Si la entidad puede hacer caja con Simao, habrá alguna sorpresa. De lo contrario, las cartas están marcadas: dos o tres defensas y Tiago. Siempre que el portugués se baje el sueldo. Él quiere jugar en el Calderón. Jorge Mendes debe convencerle de que lo mejor es bajarse el salario.