El talento acaba decidiendo

El talento acaba decidiendo

Estamos asistiendo a un playoff entre el Madrid y el Barcelona muy estratégico, propio de estos tiempos en los que los entrenadores se han convertido en señores del juego. Posesiones largas, faltas más que intencionadas, continuas rotaciones... todo sea por obtener la máxima rentabilidad del equipo. Pero si nos fijamos, las dos victorias que suma el Barcelona se han producido gracias al talento y a la inspiración de dos jugadores: Mickeal en el primer partido y Navarro en el tercero. No es por ellos y lo mismo a estas alturas el Madrid está celebrando su clasificación. Pues me alegro de que sea así, porque supone el triunfo del jugador sobre la táctica. Que sean los grandes jugadores, una vez liberados de sus cadenas, quienes decidan el resultado.

Si el Barcelona está a una victoria de la Final Four es, simplemente, porque tiene mejores jugadores. Jugadores que marcan la diferencia en un partido. El Madrid no los tiene, y por eso va perdiendo. Tomic podría ser ese jugador decisivo, y en el segundo partido lo fue, pero aún le falta liderazgo. El Madrid ha mejorado con él, y conviene recordar que no jugó en las dos palizas del Barcelona al Madrid en la Liga y en la Copa. Con Tomic, Messina plantea serios problemas ofensivos al rival. Tomic puede llegar a ser un jugador de la clase alta del baloncesto, como lo son ahora mismo varios del Barcelona. Ahí está la diferencia entre ambos equipos. La plantilla del Madrid necesita un repaso de chapa y pintura, mientras la del Barcelona ni la toques.