Madrid y Atlético, temporada equívoca

Esta noche juegan en el Bernabéu los viejos cordiales enemigos madrileños. Me llama la atención la situación de ambos este año. Mirados provisionalmente con desconfianza por sus partidarios, las cosas aún pueden acabar o muy bien o muy mal para ambos. Veamos el Madrid: cabe un cuadro catastrófico en el que se quede otra vez sin nada y el Barça gane la Liga y para remate, también la Champions en el Bernabéu. Pero cabe algo igualmente verosímil: que gane la Liga y que el Barça, a pesar de su reconocida excelencia, se quede también sin Champions. No sería mal balance final para el Madrid, después de todo.

Parecido veo al Atlético, que una vez que ve al Sevilla atascarse ha perdido la seguridad de tener el acceso a Europa el año que viene vía final de Copa, con lo que hasta ese objetivo menor peligra. Pero en todo caso el Atlético está a un solo partido, y ante ese Sevilla debilitado, de ganar la Copa y volver a Neptuno, quizá un año en el que el Madrid deje una vez más plantada a Cibeles. Hasta puede, hoy por hoy, soñar con un doblete, puesto que sigue vivo en la Europa League. Pero también es verosímil la catástrofe: que pierda la final, que caiga en la Europa League y que en la Liga no alcance ni Europa. Sería la catástrofe.

Todo porque no están donde deben. El Madrid debería seguir en la Champions, el Atlético debería viajar entre los cuatro primeros y ver seguro el objetivo de clasificarse para la Champions. Se suele pensar que el problema del Madrid es el Barça y este año eso no es cierto: el problema del Madrid este año ha sido el Olympique de Lyon. En cuanto al Atlético, no tiene más problema que su eterna realidad discontinua e indescifrable, que le hace capaz de todo. Preveo un partido galopado, por la necesidad de ambos, la inestabilidad de los dos medios campos y el nervio propio de los partidos de rivalidad. Noche para los goleadores.